Fotoviaje: Impresiones de Noruega
Esta es la crónica fotográfica de un breve e intenso viaje para descubrir algunos de los encantos de Noruega. Empezando por Oslo, una capital europea modesta comparada con otras, pero con alicientes que le dan un caráàcter único: pasear por el parque Frogner y palpar las esculturas realistas y llenas de vida del escultor Gustav Vigeland, disfrutar de los colores intensos y del dramatismo de la obra de Edvard Munch y subir al Holmenkollen para sentirse como un saltador de esquí, con el pulso acelerado con las preciosas vistas de la ciudad y del fiordo que la rodea.
La naturaleza y el paisaje son uno de los atractivos principales del país y More og Romsdal, la región de los fiordos del Oeste, es una delicia para la vista. La belleza de la costa de Alesund y las pequeñas islas solitarias que la rodean, donde el continente se acaba, están muy cerca de Molde, la ciudad de las rosas. Desde el mirador Varden, la imagen de las más de doscientas cimas emblanquecidas por la nieve que se elevan a tocar de las azules aguas de los fiordos son un ejemplo del contraste de paisajes que hacen tan especial esta zona, donde el mar ha sido desde los tiempos de los vikingos uno de los principales protagonistas.