O Camiño dos Faros
Durante los próximos tres años las orquestas sinfónicas de Lahti (nuestra ciudad) y de La Coruña compartirán al mismo director: Dima Slobodeniouk. De origen ruso, a los 16 años se trasladó a Finlandia donde siguió sus estudios musicales y actualmente vive con su familia en esta ciudad gallega. Esta coincidencia nos animó a planear un viaje a Galicia en el que se combinaran nuestras dos aficiones: el senderismo y la música clásica.
Así, el primero de abril, después de mantener una interesante charla informal con aquel joven maestro, asistimos en el Palacio de la Ópera a un magnífico concierto en el que dirigió obras de Chaikovski, Beethoven y Sibelius.

El director Dima Slobodeniouk con la orquesta sinfónica de La Coruña (izquierda) y el grupo de finlandeses charlando con él en el Palacio de la Ópera de Coruña (derecha)
Al día siguiente emprendimos una espectacular travesía por “O Camiño dos Faros«. Se trata de un sendero relativamente nuevo, de unos 200 kilómetros de longitud, que va de Malpica a Finisterre siguiendo la costa atlántica y enlazando los faros que señalan sus agrestes acantilados y peligrosos arrecifes contra los que descargan su fuerza las grandes olas del océano.
Como no disponíamos de días suficientes para hacer todo el recorrido, contactamos con la agencia de viajes Travels to Finisterre solicitando ayuda. Fue una idea acertada pues nos ofrecieron un buen servicio con amabilidad y gran profesionalidad. Por un lado, nos aconsejaron hacer en cinco días el tramo desde Barizo a Cabo Vilán, una de las partes más espectaculares de la ruta que recorre A Costa da Morte, de justificado renombre por los numerosos naufragios allí acontecidos a lo largo de la historia. Por otro lado, nos resolvieron el problema logístico ya que, debido a la escasez de poblaciones de aquellos parajes, hubiese sido imposible encontrar alojamiento para los quince que formábamos el grupo.
También pusieron a nuestra disposición un minibús que puntualmente nos llevó al punto de arranque de cada etapa y que luego nos fue a recoger al final de la misma para devolvernos al Hotel Playa de Laxe, un cómodo y limpio establecimiento de esta población pescadora. El desayuno lo hacíamos en el mismo hotel, donde nos preparaban también el picnic para la jornada. La cena era en el vecino restaurante O Piño, donde madre y dos hijas, rebosantes de simpatía, nos preparaban cada noche diferentes, sabrosos y abundantes platos típicos de la cocina gallega. Tuvimos además la suerte de contar con Álex, un estudiante de guía turístico que la agencia Travels to Finisterre nos ofreció gratuitamente para que pudiese hacer sus prácticas de estudios. Supongo que a él le sirvieron esas prácticas, pero a nosotros su presencia multiplicó el placer de nuestro viaje. Era un joven muy bien educado, que hablaba inglés correctamente y que conocía a la perfección aquellos lugares y su historia puesto que era de allí. Obtuvimos de él mucha información que de otra manera nos hubiese pasado inadvertida y pudimos caminar sin temor a perdernos.
Si alguna crítica puedo hacer de este sendero es que, a mi parecer, no está muy bien señalizado. Existen unas señales muy artísticas a base de flechas y huellas plantares, pero en algunas partes escasean y en otras, al ser de color verde, se confunden con la vegetación. También es cierto que este sendero está aún en fase de construcción y, por tanto, en vías de mejora. Además, si puede entrar dentro de la red GR, cuya homologación, según Álex, está tramitando la Asociación Camiño dos Faros, las consabidas bandas rojas y blancas serán de gran ayuda.
Tuvimos ocasión de contactar con cientos de componentes de esta simpática asociación cuando el primer domingo de abril se concentraron para recorrer el sendero desde Niñóns a Ponteceso, precisamente la misma etapa que nosotros íbamos a hacer aquel día. Y si a nosotros su compañía nos aportó colorido y alegría en aquel día gris y lluvioso, no debimos ser tampoco menos exóticos para ellos pues nuestra presencia quedó incluso destacada en la crónica que del acontecimiento apareció en la prensa local.
Por lo demás, todo muy bien y recomiendo recorrer este sendero si se quiere sentir día y noche el rugir del océano embravecido a nuestros pies sin perder la seguridad de estar pisando tierra firme.
Más vale tarde que nunca, se suele decir jeje. Hermoso artículo Pepe, muy agradecido por las bonitas palabras que me has dedicado. Sólo espero que disfrutárais de vuestro recorrido por «O Camiño Dos Faros» tanto como yo lo hice acompañándoos. Espero que algún día podáis completar el recorrido y, también, que estéis disfrutando de las siguientes aventuras que me habías comentado. Saludos y abrazos para todos, especialmente para ti y Ritva!